¡El día de la mujer se celebra con vino!

Cuando llegué a Colombia, mi esposa me había advertido que era un país machista. A primera vista y hasta hoy, no he estado de acuerdo. Me parece que hay muchos papás que acompañan a sus hijos al jardín de mi hija, que hacen las compras de comida en el Carulla cerca de mi casa o que pasean con sus bebes el domingo durante la Ciclovía… No obstante, tengo que admitir que me sorprenden mucho las preguntas que los participantes a mis formaciones hacen; “son las mujeres que toman vino blanco, ¿no?”, “este vino tiene un perfil femenino” o “este Champagne rosado está para las señoritas”…

Primero, tengo que desmentir un prejuicio tenaz: un gusto femenino para los vinos NO existe. Contrariamente a la creencia popular, dos estudios franceses demostraron que las mujeres y los hombres tienen exactamente el mismo gusto en materia de vino. En 2011, la feria Vinexpo preguntó a más de diez mil mujeres en cinco países (Francia, Inglatera, Alemania, Estados Unidos y Hong Kong) sobre sus gustos y el vino tinto tiene la preferencia de más del 50% de las mujeres, es decir casi el mismo porcentaje de preferencia que para los hombres. Más recientemente, en 2013, la empresa My VitiBox hizo un estudio comparativo entre hombres y mujeres. Los resultados muestran que la misma proporción de mujeres y hombres prefieren vino tinto, vino blanco y vino rosado. Además, My VitiBox determinó el perfil organoléptico* del vino predilecto de los hombres y mujeres; de nuevo, casi no hay diferencias. En consecuencia, voy a recalcarlo: ¡No hay un gusto femenino para los vinos!

Segundo. Desde la aparición progresiva de las mujeres en el mundo del vino, los enófilos han descubierto que las mujeres son catadoras excelentes. De hecho, las mujeres tienen una sensibilidad a los aromas más fuerte que los hombres. Un equipo del Institute of Biomedical Sciences de Rio de Janeiro descubrió en 2014 que el bulbo olfativo de las mujeres contiene 43% más celulas que el bulbo masculino. Eso explica por qué las mujeres tienen más matices de percepciones. Entonces, a los hombres que piensen que el vino es un producto masculino, un consejo: ¡cierren sus bocas y abran sus orejas!

Tercero y último, las presencias femeninas en los viñedos y las bodegas siguen creciendo. En 2010, 28% de las propiedades vinícolas en Francia estuvieron administradas por mujeres y predigo que a mediano plazo una mayoría de mujeres. De hecho, la unión de los enólogos recientemente anunció que los hombres eran minoría entre sus miembros.

Para concluir, no hay vinos para mujeres. Hay vinos hechos por mujeres, comprados por mujeres, catados por mujeres, apreciados por mujeres pero son los mismos que aquellos hechos, comprados, catados y apreciados por hombres. Si no está de acuerdo conmigo, por favor, la próxima vez que tenga un Château Margaux en su mesa, no se lo tome y llámeme, pues este insuperable vino hecho por Corinne Mentzelopoulos será mejor apreciado por un no machista.

* es decir la lista de los aromas y sabores